domingo, 24 de enero de 2010

No es normal. Se me escapan las palabras de las manos, no llego ni a rozarlas con los dedos.
Es tan indescriptible que el solo hecho de intentar explicarlo me produce desazón.
No soy capaz. Me vencen oraciones que no se formar.
Estoy envuelta en esta adicción, dejándome enredar en tus dulces lazos, impregnados de sentimientos latentes, expectante ante las señales que marcan nuestro camino.
Me inundo en el olor de tu cuello, me pierdo en un beso y me aturde el mirarte.
No me reconozco.
Me estas ganando sin que yo luche por vencer, porque mis antiguos ideales venzan. Nuestras victorias se han fundido, constan de un mismo objetivo. Dejarnos llevar.
Me muero de ganas por conocer tus defectos.

martes, 19 de enero de 2010

extraña sensación

Suena precipitado. Quizás debería haber dejado un tiempo prudencial para que las sensaciones agolpadas se tranquilizaran y asentaran. Es posible que el haber venido a escribir aqui, nada más entrar por mi puerta, no haya sido una buena idea. Sé que corro el riesgo de que esto parezca ser más de lo que realmente es... pero aquí estoy...
Me encantas y me asustas. No sé si me estoy involucrando en algo que realmente no quiero ahora, pero si soy soy consecuente y sigo mi premisa de dejarme llevar, ahora mismo en mi camino, estás tú y no puedo (ni me apetece) esquivarte.

Mis manos ahora huelen igual que tu cuello. Espero que el olor no se gaste de tanto usarlo, porque solo separo la mano de mi cara para escribir aquí.

No sé... :)

sábado, 16 de enero de 2010

Amemos y sintamos. Dejemonos llevar.

Me gusta ser yo. Ahora, solo yo. Yo, con gente a mi alrededor que orbita dentro de mi mundo y con los que comparto mi vida, pero al fin y al cabo, solo yo.
El problema es que me cansa hablar tanto de mi. "Ahora estoy feliz, ahora tengo un mal día, ahora hay que ser altruista, ahora...ahora"
Ultimamente solo hablo de cosas constantes y físicas. De hechos pasados y de actitudes a tomar. Pero poco hay de sentimientos hacia alguien, hacia nadie.
He cambiado mi forma de mirar las cosas. Mis viejas costumbres de antaño han sido remodeladas y perfeccionadas.
Ya no sueño cosas que suponen un riesgo en mi vida, ahora mis noches se llenan de experiencias llenas de imaginación y con un extraño realismo.
Intenté no aferrarme emocionalmente a nada ni a nadie, para no hacer daño ni llevarme desilusiones, pero he recapacitado y creo que lo mejor es anclarse a todo. Hacer que mi felicidad dependa de todo cuanto rodea mi vida. Solo dependo de mi. De este modo, cuando me fallen algunos eslabones siempre podré tirar del resto de la cadena, y así en los malos momentos hacerme una pulsera con lo que algún día fue un collar.
Y sentir... dejarme a mi misma sentir de todo por todos. Al fin y al cabo el mundo se mueve por amor. Por amor nacimos y envueltos en amor vamos creciendo.
Pienso cerrar los ojos. La vista no siempre imperará sobre mis otros 4 sentidos. Observaré en lugar de ver. Escuchare en lugar de oir. Acariciare en lugar de tocar. Saboreare en lugar de engullir.
Una comida no es solo alimentarse, es un festival de sabores. Una palabra no es solo su significado, es su timbre, su cadencia... Coger una mano no es solo agarrarla, es sentir el calor, la fuerza, la suavidad... El olfato no está hecho solo para respirar, sino para oler, percibir...
En definitiva, basta. Amemos y sintamos. Dejemonos llevar.

martes, 12 de enero de 2010

El día en el que te escribiría a ti.

Alguna que otra vez pensé que llegaría este día. El día en el que te escribiría a ti.
Y hoy me siento "con las ganas" de hacerlo.
Nos costó conocernos. Fisicamente hablando, claro está, porque ya nos habíamos lanzado a explicarnos nuestras vidas mucho antes de hablarnos cara a cara.
"Los mejores encuentros ya han sido planeados por las almas antes incluso de que los cuerpos se hayan visto".
Te confieso que dudé de que alguna vez se produjera tal ocasión... pero fue algo espontaneo... te encontré, o tu me encontraste a mí. ¡Qué más da!
De hecho, resultaba tan inutil mi perseverancia, que fueron muchas las veces que creí estar perdiendo el tiempo, estar esforzandome por alguien que no me correspondía. Sin embargo, y por extraño que parezca, siempre sentí que luchaba a ciegas por algo que merecía la pena, así que no podía tirar la toalla. No sé que sería lo que me decía que este día iba a llegar. El día en el que te escribiría a ti.
Ahora te voy sintiendo cada vez más importante. Te vas haciendo grande en mi vida y consigues que recupere rápidamente toda la confianza que se había ido al traste.
Para mi sorpresa, conocerte tal y como eres, ha sido descubrir a una persona muy especial, y con la que tengo más cosas en común de lo que alguna vez pude llegar a imaginar.
Gracias por haberte abierto a mi con los brazos bien extendidos, y por darme la oportunidad de introducirme en tu vida.
Espero que se cumplan todos los grandes planes que ambas hemos hecho, tanto en común como por separado.
Y gracias a ser un juguete un destino, hoy ha llegado este día. El día en el que te escribo a ti.
Sé que no es mucho lo que te estoy diciendo, pero una vez más tengo la intuición de que algún día intentaré expresar en vano todo lo que hemos compartido. Y digo en vano, porque las cosas más bonitas normalmente son inexplicables.

:)

domingo, 3 de enero de 2010

mala noche

Si...ya sé que no son horas de estar aquí, escribiendo.
Y sé también que poca gente leerá esto y puede que solo siga aireando mi vida a unos cuantos cotillas.
Pero me doy cuenta de que estas palabras son mi mayor cobijo y escribirlas aquí me hace desahogarme. Aquí me despojo de algo que a veces me come por dentro sin yo saber bien lo que es. Porque aquí sé que me libero contando a todos y a nadie algo que quizás no se puede comprender al igual que yo soy incapaz de explicarlo.

Tengo sentimientos arremolinados en mi estómago y pensamientos entremezclados en mi mente. Hay algunos que quiero esconder, otros que intento retener para no explotar y en cuanto a lo de intentar controlar sentimientos...eso no se me da muy bien, pero luego tiene su recompensa.

Ultimamente estoy más irascible que de costumbre, no lo entiendo. Quien me conoce sabe que yo no sé enfadarme. Mi faceta de cabreo es como un eclipse, raramente se da y tarda mucho en repetirse. Pero mi paciencia esta temblando de frío porque se ha quitado de encima todas las mantas con las que la protegía.
La razón: sigue siendo un misterio hasta para mi.

Supongo que me harté de soportar cosas que me disgustaban solo por complacer o por mantenerlo todo en orden. Supongo que me canso cuando oigo a gente que me rodea quejarse de todo, cuando creo que no tenemos razones casi para quejarnos de nada. Supongo que tantas bromas pesadas, tantas risas, tanta Vero payasa, tanta Vero tolerante y receptiva se agota. A veces necesito un periodo de relax.

Necesito no escuchar mil veces como me preguntan cuánta agua he bebido o cuanta fruta he comido, porque estoy harta de trifulcas con mi salud.
No necesito que cuiden de mi, pero si necesito que procuren no hacerme sentirme mal e inútil. Sobre todo cuando quién provoca eso en mi no brilla por su empatía ni amabilidad precisamente.

Me doy cuenta de no sirvo para estar en un pueblo, con tantas limitaciones y caras conocidas. Echo de menos Granada, la fría Granada. Con sus mil rincones dispuestos a hospedarte cuando quieras escapar de todo.
Estar aquí tiene su encanto. La temperatura, el mar, los amigos de toda la vida, la familia, la comodidad que aporta mi propia casa... Pero necesito más aventura.

Parece que ya me voy sintiendo mejor...sabría que escribir aquí me ayudaría :)
Buenas noches!!

sábado, 2 de enero de 2010

Un año más

Así que Año Nuevo...
Nuevos propositos que creamos a sabiendas de que no los cumpliremos, y otros tantos que nos morimos de ganas por hacer realidad.
Tenemos 365 oportunidades de crecer un poquito más y así al final de cada año habernos convertido poco a poco en mejores personas. Y continuar siempre con la misma premisa, crecer por dentro.
El final de un año hace recapacitar, hacer balance de los últimos meses. Ver tus errores, ahora desde lejos, y observar como has aprendido de ellos. Así cada año de vida sabes un poco más, eres un poco más féliz.
365 días para disfrutar.
Unos dicen que este año se apuntan al gimnasio, otros aseguran que van a aprobar todas la asignaturas, muchas se proponen adelgazar... yo este año no voy a cometer el error de hacer una lista de propósitos. Es algo que solo produce desazón cuando te das cuenta de que no has logrado cumplir ni el 50% de lo que te prometiste a ti mismo.
Este año voy a ser más lista. Mi único objetivo va a ser dejarme llevar. Seguir mi intuición, intentar ser siempre objetiva, cumplir mis obligaciones y aprovechar todos mis derechos.
Solo pretendo terminar el 2010 con la misma ilusión y felicidad con la que lo empiezo.
Feliz año nuevo a todos!