viernes, 17 de septiembre de 2010

Encendiendo motores 1

Ya es tiempo de desdibujar el sol del cielo y pintar de hojas secas los suelos de las avenidas. Echar el telón del verano y que atrás quede la piel tiznada de rayos y el levante azotándote la cara. Ahora viene el otoño, con sus libretas nuevas, sus días cálidos, noches frías y tardes frescas. Su paisaje amarillo y el pijama de algodón.
Ya se escucha la canción de temporada, Iván Ferreiro pensando en frío por la A-92, o Coldplay reparándote con el mítico fix you a la altura de Dólar. Este año como novedad en la emisora de operación retorno...Anni B Sweet.
Las aulas se atestan, los amigos se reencuentran, la convivencia comienza y las calles huelen a montones de Harrison "Fordes" con ganas de aventura.
Polonia nos abre sus puertas y el sabor a San Miguel ya se palpa en el ambiente.
Las migas forman parte del menú y los congeladores vacían sus reservas de helados de limón y naranja.
Esta vez toca encender el despertador y hacerle caso. Desperezarse, desayunar y montarse en un autobús que te lleve hasta lo más alto de la Cartuja.
Y empezamos a compartir sábanas y nórdicos, a coordinar el calor de su cuerpo con el frío del nuestro.
Adornamos paredes vacías y personalizamos las suficientes habitaciones que conforman "nuestra casa". Y la llenamos de flores, porque dan alegría. Porque plantar flores es creer en el mañana.
Se potencia el vicio al té, al café. Y tostadas de la cafetería para calmar al león que te ruge en el estómago.
Hacemos la lista impecable de propósitos tales como no faltar a clase, salir solo los fines de semana, comer bien o salir a correr 3 días por semana. Y la incumplimos con la culpa del pecador y la satisfacción de quien cae en su más ferviente tentación.
Y empezamos a encender motores...

martes, 14 de septiembre de 2010

Intentando articular

Resulta que ahora las palabras son inútiles. Que todavía no he dado con la fórmula para enlazar fonemas y que acaben teniendo sentido alguno. Que intento expresar cosas y no encuentro la manera de transmitir lo que siento. Me han dicho que si junto una "t" con una "e" y luego digo "quiero", conseguiré articular palabras con el sentido que busco. Ya lo he probado, muchas veces, en muchos contextos, pero ahora no me parece suficiente. Necesito algo nuevo, algo que sea merecedor de poseer tan importante significado. Un vocablo que te cuente lo que sucede debajo de mi piel cuando me pones los pelos de punta, lo que pienso cuando estás a mi lado y los mil matices que serían IMPOSIBLES empezar a enumerar porque la lista sería infinita. Una locución que hable en tiempo, género y número correcto de como yo soy tú y tú eres yo. Así de simple. Dos reflejos, dos espejos. Creo que no existe tal palabra. Necesitaríamos un diccionario tan nuevo como es esto. Tan nuevo como eres tú y tan nueva como soy yo contigo. A mí, que me has conocido con solo un año de vida y diecinueve de gestación.
No intento impresionar, ni siquiera quiero convencer. Es más, ahora que lo pienso, por qué hablar...por qué escribir... mírame a los ojos cuando hablo de ti. Es el diccionario de sentimientos más amplio que te puedo mostrar. Es un brillo de pupilas obvio. Y que el tiempo diga lo que ahora yo no te sé decir...
El tiempo es quién lo va a enseñar todo.