sábado, 30 de julio de 2011

Qi

Todavía no sé controlar esta vorágine de sensaciones. Esta energía y su constante fluir. Este regalo que me ha caído del cielo. Esta especie de don desconocido sin libro de instrucciones. Esta alineación de colores. Esta luz intensa y el dolor de cabeza que le acompaña sin cesar. Todavía me domina, se me escapa de las manos. Todavía hay mil preguntas desprovistas de respuesta. Mil recuerdos difusos. Miles de casualidades que nunca fueron casualidades. Todavía no sé bien dónde estoy, pero sí dónde voy y quienes custodian mi camino. Todavía no sé cuándo, pero sé, desde lo más profundo de mi alma...que será.

martes, 19 de julio de 2011

Kit- Kat


Lo que eres
me distrae de lo que dices.

Lanzas palabras veloces,
empavesadas de risas,
invitándome
a ir adonde ellas me lleven.
No te atiendo, no las sigo:
estoy mirando
los labios donde nacieron.

Miras de pronto a los lejos.
Clavas la mirada allí,
no sé en qué, y se te dispara
a buscarlo ya tu alma
afilada, de saeta.
Yo no miro adonde miras:
yo te estoy viendo mirar.

Y cuando deseas algo
no pienso en lo que tú quieres,
ni lo envidio: es lo de menos.
Lo quieres hoy, lo deseas;
mañana lo olvidarás
por una querencia nueva.
No. Te espero más allá
de los fines y los términos.

En lo que no ha de pasar
me quedo, en el puro acto
de tu deseo, queriéndote.
Y no quiero ya otra cosa
más que verte a ti querer.


Pedro Salinas- La voz a ti debida

jueves, 14 de julio de 2011

Mi paraíso particular

*Foto hecha por Andrea García Ávalos http://lainfinitaindefinicion.blogspot.com/
Es bonito ver como pasan años, lustros... y seguimos riendo al unísono...

**
No pierdan la oportunidad de pinchar sobre la foto para verla en grande!!

miércoles, 13 de julio de 2011

Los aires difíciles

Dice Almudena Grandes en "Los aires difíciles":
<< Ante sus ojos se perfilaba un horizonte seco y monótono, sedimentado a partes iguales por el cansancio y la necesidad, el cansancio de ser siempre necesario, la necesidad de no poder reconocer jamás que estaba cansado. >>

Y yo que me siento gracilmente reflejada en ese párrafo. Cuántas veces me he sentido privada del derecho a bajar la guardia y cuántas otras me he sentido forzada a nadar en contra del efluvio de mi razón. De la simple naturalidad de hacer lo que me pide el cuerpo.

Lo pienso y, sin embargo, no lo voy a decir en voz alta, pero creo que la amistad es un ejemplo apropiado. Creerse con el derecho a esperar recibir siempre algo de la otra persona, como quien se relaja ante la sapiencia de que su sueldo le será ingresado cada mes. Pensar absurdamente que "nuestro amigo" tiene la obligación de cumplir con las expectativas que con sus actos ha creado sobre nosotros. Abusar del término amistad, creyéndolos vasallos y esclavos de aquello que un día libremente nos dieron y ahora exigimos recibir. Reprimiendo su derecho a "descansar" de dar un máximo, o creyendo de un modo ególatra y perturbador, que mientras "el amigo" descansa para recobrar sus ánimos, tú le estás dando más que él a ti. Estar tan ciegos como para atreverse a pensar que no se da cuenta de que él te escucha con respeto y te tiende una mano cuando tú estás mal, y sin embargo, cuando él intenta explicarte que no se encuentra bien, jamás encuentra el mismo apoyo. Pero no nos equivoquemos, que el malo es él porque no está a la altura de lo que dio de si mismo en otras ocasiones.
<< ...la necesidad de no poder reconocer jamás que estaba cansado...>>

No nos equivoquemos. Nadie es tan perfecto, ni nadie tan malo. Sin embargo, la amistad, es un término tan puro del cual tenemos una conciencia tan desacertada... que da pena pensar que existan personas que no sepan valorar lo que tienen delante de si. O que ni siquiera el paso del tiempo les haga rectificar o darse cuenta de que no entendieron aquello con lo que estaban tratando.

Un buen día una mujer supo leer mi piel. Supo leer mis ojos, mis manos, mis pies... Un día de mis 17 años una mujer supo decirme que nunca había sido merecidamente correspondida en las amistades. No le faltó razón, poco después de eso, sucesos imprevistos me dejaron contando a los amigos con cuatro o cinco dedos de mi mano. Quiero decir, a los amigos que me correspondían. Mi fallo, a la par que mi virtud, fue seguir considerando amigos a todos los que me fallaron, con el nuevo calificativo de "amigos que no van a estar en los peores momentos de mi vida".

No me tiembla la voz cuando afirmo que sé ser amiga. Con absolutamente todos los matices que esa palabra pueda conllevar. Incluso con muchos otros que ni siquiera conlleva.
Una vez han cuestionado mi capacidad. Una vez no me han permitido bajar la guardia.
Tal me ha parecido la injusticia que hoy me veo reflejada en Almudena Grandes, en sus Aires Difíciles.

Abrid los ojos y apreciar lo que tenéis delante. Valorarlo en absolutamente toda su amplitud. En toda su extensión. Querer los defectos porque constituyen la persona a quien amáis. (Entiéndase el verbo amar sin matices románticos). Apreciar las diferencias humanas y dar gracias porque existan, ya que sin ellas no podríamos alimentarnos de todo cuanto nos aporta lo desconocido. Comprendamos las culturas, los diferentes sistemas, las peculiares mentes. Y querámonos sin hacer demasiadas preguntas. Porque en el verdadero amor sobran las palabras.
Y no seamos ingenuos, que ningún camino es un sendero lleno de rosas, que no siempre el viento sopla a nuestro favor y a veces hay que ser valiente y reunir fuerzas para afrontar los aires difíciles.

martes, 5 de julio de 2011

Mi querido verano

Primer paso. Despojarme de las ropas con olor a ciudad, con olor a calor sin tregua, a brisa ausente, a apuntes, recados, autobuses de línea, a noches cálidas.
Quitarme el reloj. Despedirme de él. "Hasta Septiembre".
Sumergirme en una cascada de agua cuya temperatura se escoge a voluntad y dejar que el jabón enjuague mis sentidos y que el estrés desaparezca por el desagüe. Desenredarme el pelo y dejarlo caer sobre los hombros, goteando esencia de avena.
Y ponerme el bikini a las 10 de la noche. Porque es mi piel de verano, porque da igual la hora que sea, es mi "algo cómodo" para andar por casa en este intervalo estival que hay entre Junio y Septiembre.
Siguiente paso. Abrir la caja donde guardé todos los libros que esperan impacientes embriagarme con sus aventuras. Titubeo entre unos cuantos, ¿Por cuál empiezo?. Los aires difíciles, de Almudena Grandes se alzan con la victoria. Próxima y esperada parada, El Mundo de Sofía.
¡Cómo echaba de menos esto!. Sacar todos mis bártulos de allá dónde hubiera tenido a bien cobijarlos y amontonarlos en la mesa del porche. Escuchar los grillos, comer pescado al horno, piña, verduras...
Y el detalle de la temporada: mi gato cazando salamandras.
Hoy se abre un paréntesis, hoy comienza un período de reestructuración interna, equilibrio, meditación, sanación, liberación, recuperación, descanso, paz, armonía y tranquilidad.
¡Qué bien que ya sea verano! ¡Qué bien que ya esté aquí!

Disfrutad de las vacaciones. :)