viernes, 11 de junio de 2010

Relatos para leer en el bus

Dar portazo. Dejarlo atrás.
Quise romper con todo. Romper con todos. Así que agarré la maleta y me puse rumbo a ninguna parte. A ese ningún lado donde nadie me esperaba.
Habían sido meses duros, semanas colmadas de ansiedad, de impotencia, de ideas arremolinadas en la mente y de preguntas sin responder.
Primero me dejó él. Luego supe que fue por ella.
Pero nada me perturbaba ya, no merecía la pena estancarme en un momento incompleto que me quebraba la sonrisa. Avanzar en el camino fue mi elección, y a pesar de que desconocía la dirección que debía tomar, me bastaba con saber el itinerario que no estaba dispuesta a seguir.
Empecé por cortarme el pelo, apuntalar mis cimientos y tirar la basura del armario viejo de mis costumbres. Así limpia y renovada emprendería mi viaje.
Adiós mamá. Adiós papá. Volveré pronto.

[...] Continuará...


Fragmento de mi relato para el concurso. Deseadme suerte.

1 comentario:

  1. Buen relato, bien escrito, ademas es facil empatizar con lo que cuentas si alguna vez te ha pasado algo parecido, por que lo explicas muy bien...

    Julio

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