domingo, 1 de agosto de 2010

Abriendo etapas

Blanco impoluto. Como la nueva hoja a la que me enfrento.
Después de coleccionar las páginas escritas en este primer año, las archivo con cariño en mi memoria, las conservo cuidadosamente en mi corteza y doy pie al prólogo de una nueva etapa.
Las manos impregnadas de energía procedente de todo el resto de mi ser, buscan empezar a dar forma a todos los sentimientos que se agolpan en mis entrañas, los que para no quebrantar la rutinaria forma de actuar, requieren a gritos una fuerte estimulación.
Noto como todo se hace cada vez más y más diferente, como las sensaciones, los pensamientos y transcurso de los días distan cada vez más de lo que algún día fueron.
A veces me siento extraña en la cama que me acogió 19 años, la que comodamente me envuelve en sus lazos cada vez que me tumbo en ella a recrearme en el suave tacto de sus sábanas, en su aroma a suavizante de madre. Entonces me encuentro a mi misma extrañando un colchón minúsculo que lleva días contados en mi vida y que está situado frente a alguna pared de un cuarto que ya me pertenece en la distancia.
Noto como el verano no es igual, como todo lo que me rodeaba se ha despojado de su habitual vestimenta, como todo lo siento nuevo.
Las personas representan un novedoso papel en mi vida y yo intento adaptarme al guión no escrito que estoy viviendo.
Todo sabe diferente. Apenas soy una recién nacida que va cobrando experiencia en un mundo nuevo en el que REALMENTE imperan las sensaciones intensas y el dejarme llevar por lo que YO quiero, por lo que YO siento. Sin más planes futuros que la mera espontaneidad y lanzandome de cabeza a los veloces trenes que pasan frente a mi.
Viviendo como quiero vivir. Durmiendo días si así me apetece hacerlo y sin pestañear si asi decido que lo quiero.
Todo esto se torna más dulce y especial cuando miro a mi derecha y a mi izquierda y me encuentro con gente que quiero. Con gente que desea lo mejor para mi. Que no perturba mi paz. Que colabora en mi bienestar. Que se lanza a trenes conmigo. Que me agarra de la mano y sin mediar palabra me acompaña. Me vienen varios nombres a la cabeza, cada uno evocando en mi un sentimiento especialmente diferente. No puedo evitar sonreir y sentirme melosamente dichosa.
Tengo tantas ganas de abrazar personas, momentos, habitaciones y sensaciones, que siento que mis brazos pueden abarcar cualquier cosa que se les antoje apetecible.
Toda una macedonia que provoca un inmenso regocijo en mi interior...
Esta vez no doy rodeos en mi camino. Sigo una linea recta cuyo horizonte no puedo ni percibir, una linea recta con pendiente dudosa que a fin de cuentas resulta ser siempre un sendero en el que todo está colocado de manera estratégica según un plan que tiene ya los esbozos trazados.
Y no, no existen las casualidades.
Sé que me vienen cosas enormemente estupendas. Cosas que ahora mismo no puedo ni llegar a imaginar. Estoy preparada. Llevo toda la vida esperando estos momentos.
Allá voy.

3 comentarios:

  1. "Sin más planes futuros que la mera espontaneidad y lanzandome de cabeza a los veloces trenes que pasan frente a mi.
    Viviendo como quiero vivir. Durmiendo días si así me apetece a hacerlo y sin pestañear si asi decido que lo quiero."
    Amén.

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  2. Ya es oficial, no es ninguna sorpresa ya, me gusta como escribes, es decir, como expresas lo que piensas y/o sientes.

    Entiendo que no comprendas lo que yo escribo, a veces no lo entiendo ni yo, lo mío es más una necesidad que un talento, no trato de adornar lo que digo, la mayoría de las veces, ni siquiera lo leo después de escribirlo, tan solo trato de liberar mi cabeza de ciertas cargas.

    No importa, tú sigue así, lo haces genial.

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  3. http://www.youtube.com/watch?v=meO_JpGzP6Y

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