jueves, 16 de diciembre de 2010

Autorreflexión

Ultimamente no tengo nada importante que decir, sin embargo tengo la absurda creencia, ya ineludible, de que me debo a estos posts.
No sé si te pasa, que de repente te sientas a escribir sin nada destacable que decir, sintiéndote torpe por tener una tartana de pensamientos acumulados con ruedas desgastadas que no llevan a ninguna parte, y comienzas a enlazar la pulsación de una tecla con la de otra, engarzándote en un baile cuya cadencia es casi melódica...cuyo ritmo es imparable. En cuestión de segundos estás metido hasta las rodillas en tu propio fango, buscando con ojos ciegos qué se esconde entre todo ese barro mental, intentando dar palabras a todo lo que sientes, y de este modo quizás, logres averiguar qué es lo que te hace sentir así.
Hace tiempo que abogo por dejarse llevar, sin dar más vueltas a las cosas de las que se merecen.Porque cuando te rezagas buscando razones, cuando te adormilas en justificaciones, cuando te estancas en la lista de pros y contras, te das cuenta de como ha corrido el tiempo velozmente en tu reloj y entonces ves la espalda de la oportunidad que pasó frente a ti. Esa oportunidad que en algún momento determinado tuviste cara a cara. Sin embargo, he de confesar que de un tiempo a esta parte dejé de predicar con el ejemplo. Me quedé colgada de pensamientos absurdos y autorreflexivos, pensamientos que un principio me ayudaron, pues aclararon mis ideas, me abrieron un camino, enfocaron una serie de prioridades y me otorgaron una pauta a seguir. Pero hay que saber desprenderse y no hacer de periodos diferentes hábitos rutinarios.
La cabeza de turco de todo mi malestar fui yo misma. Me sentía atrapada y por más que giraba y giraba, no veía ni un solo muro que me retuviese a mi alrededor. A veces somos nosotros los verdugos de nuestra propia felicidad, porque estamos demasiado ciegos y preocupados en preocuparnos como para sacar la valentía necesaria para afrontar lo que estamos viviendo. Es mejor enardecerse de los pequeños pasitos que damos hacia delante que consolarnos por no poder avanzar.
Que tengais un estupendo jueves. Y mañana un estupendo viernes. Y consecutivamente, podáis formar un estupendo calendario, lleno de días malos y buenos. Sobre todo buenos.

1 comentario:

  1. No me podría sentir más identificado. Qué bien escribes tía, te envidio, creéme. ^^

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