jueves, 12 de julio de 2012

Acción de gracias #3

Si yo lo sé. Que en algunas ocasiones necesito que me recuerden dónde está el norte, que cuando se me vuelve la energía espesa, a veces, me enredo en sinsentidos que no llevan a ninguna parte y necesito que vengas a pararme los pies. Pero sé hacerlo enseñando los dientes, sé hacerlo sonriendo a la vez y sin perder la compostura. Por eso irradio color aun cuando las horas son monocromaticamente hostiles. Y cuando hay truenos no corro a guarecerme sino que aplasto la cara en el cristal aguardando, preparada, el próximo relámpago. Pero a veces los pequeños vórtices de mi cuerpo dejan de girar impetuosamente en la dirección de las agujas del reloj, y la luz se quiere engalanar vistiendo de negro. Y yo no la dejo. Por eso doy gracias. Gracias porque tengo todos los flancos de mi bienestar cubiertos. Porque da igual donde caiga, tengo un ángel a cada costado que me ayuda a sacudirme el polvo y seguir mi camino. Gracias.

1 comentario:

  1. Eso es bueno, es así cuando te das cuenta de que nunca estás sola

    Saludos!!

    que los ángeles no te dejen nunca ;)

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