viernes, 15 de febrero de 2013

Miguel D'Ors

Aún recuerdo, mi primer año de instituto, cuando Doña M. Justa mandó como lectura obligatoria "El diario de Paula". Lejos de suponer para mí el lastre en el que los libros endosados suelen convertirse, releí y devoré ese libro una vez al año, hasta mis diecinueve. De él extraje, además de una intensa curiosidad por conocer la costa de Cadaqués, el que se convirtió en mi fragmento literario favorito. Su autor, Miguel D'Ors. El poema completo, con mi fragmento favorito en negrita, aquí está:

"Suponte un mundo fácil.
Suponte que supieras hablar sencillamente con un árbol,
dónde tiene su cueva el viento del Oeste
o qué parte del mar han sido lágrimas de gente como yo...

Suponte que, de pronto, eres experta en nubes,
que conoces sus nombres, toda su mansedumbre,
que nosotros tenemos los ojos claros, limpios
de mirar fijamente tanto tiempo una estrella,
que te digo que tienes el corazón a pájaros
porque no estaban muertos los niños que hemos sido...

Suponte qué hojas nuevas brotarían,
qué manzanos en nuestros corazones,
si los pasos que damos fueran siempre de esperanza,
si nos nacieran alas como en sueños
y si la risa fuera de colores y no de blanco y negro...

Suponte que este canto tiene el ritmo del viento,
suponte que volviéramos a ser aquellos niños obedientes
de cada seis de enero, con balón y muñeca,
cuando aún no había caido aquella monarquía
de los tres Reyes Magos en nosotros,
suponte que tu almohada está llena de sueños
y de Caperucitas y de Pajarolocos
y que fuésemos buenos como sapitos tristes
de hace ya muchos años
o que lloviese un poco, una lluvia sencilla y como dibujada,
propia de niños buenos...

Suponte que al decir tu nombre se me llena la tarde de palomas,
que los árboles son un adorno muy fácil,
que me gritas TE QUIERO en el Valle del Eco
para que yo lo sepa mucho tiempo más tarde,
para que yo te quiera mucho tiempo más tarde...

Suponte que surcase un dedo mío el gran río nocturno de tu pelo,
suponte que me encuentras en las gotas de lluvia
o que tenemos cita en los abecedarios de una escuelita vieja
o que ya distinguimos los bosques por sus voces
o que somos dos globos de fiesta, dos globos...

Suponte que inventamos un país tan sencillo
que se parece a un sueño
y entre los dos le damos un nombre estrafalario
como AMOR, por ejemplo,

y luego lo llenamos de viento; y de caballos,
porque sé que te gustan los caballos...

Suponte que tu pelo está lleno de rosas
y yo tengo las manos empapadas de escarcha,
suponte que tú eres Blancanieves,
suponte que tú eres Mary Poppins; o la Bella Durmiente.
Suponte que tú eres, si, la Bella Durmiente, y yo el sargento Pepper
que vuelvo de la guerra con canciones,
que vuelvo de la guerra y voy a verte;
suponte que hemos hecho la cabaña en los montes
y buscas una estrella para cada ventana,
suponte cumpleaños de todos los colores,
suponte libertad de pájaro o de núbe...

Suponte solamente, te lo pido,
imagina tan sólo,
que por tu frente un beso es el Pájaro Blanco
y nunca te me vayas."

AGORA QU'INDA É TEMPO DE CIREIXAS

1 comentario:

  1. Está bonito el poema, no lo conocía (creo que ni el libro... que vergüenza)

    Saludos!

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