domingo, 10 de octubre de 2010

Polonia, 1

Perdon por la ausencia de tildes etc...escribo con teclado polaco.

8.10.2010

Salimos tan tarde como sueño tengo. Dos ligeras maletas, un par de abrigos y algo para picar.
Parking Clause se nos hace dificil de encontrar. El chico es ingles y a base de 'Turn on your right in the round about' conseguimos llegar alla donde dejar el coche una semana a buen recaudo solo cuesta 38 euros.
Me como un bocata de jamon frente al cristal que enseña la pista de despegue. Miro a la pantalla y ya veo mi destino, vuelo 5591 a Gdańsk, puerta 8. Son las 5.30 de la madrugada, casi llevo 24h despierta. Mi maleta tiene mas vitaminas que ropa, no se ni como no me han parado al ver mil pastillas sospechosas.

El frio polaco ha sido como un azote en la cara. Los dedos congelados y la punta de la nariz convirtiendose poco a poco en hielo. Gdańsk nos insinua su belleza y nosotros empezamos a entender su encanto.
Me estoy tomando un esquisito te gris con una esplendida miel natural, autoctona de la zona. Mi cuello envuelto en mil giros de bufanda y la emisora de radio que nos canta 'dreams' desde la cocina.

El centro antiguo me esta encantando. La calle Dłnga, -'larga' para los españoles- es impresionante tanto en arquitectura como en ambiente. Este pedacito de ciudad se situa en un lugar muy privilegiado en mi ranking de lugares visitados.
El chocolate caliente en vaso de plastico y papel, por cortesia de Costa, me esta sabiendo a gloria.
Y esperando el tranvia conocemos a Bea y Charo, dos erasmus en Polonia, paisanas nuestras.
Zapatos y camisetas nuevas en la Galeria Bałtycka y un bar jovial con ingenioso diseño, Stacja Delux, nos servia como plato tipico unos pierogi con agua con limon y hielo para ahogar la sed.
Un polaco enamorado de Granada y Barcelona, nos da conversacion para empezar y nos despide diciendome, para mi sorpresa, que quiere fotografiarme, que me va a buscar. Busqueme pues.
Al tercer autobus va la vencida y al sexto piso con dos puertas de nuevo.


9.10.2010

Buenos dias Polonia. Un batido de fruta y me calzo las botas y un gorro. Me enfundo en mi abrigo, escondo mi cuello y con mochila en hombro vamos destino al castillo de Malbork.
Estoy subida en un tren de esos con cabina en vagones, si, como en las peliculas. Hacemos fotos por la ventana y conocemos pączek i drożdżówka z markiem, dulce que en Francia esta prohibido por considerar que tienen droga.

El castillo de Malbork es realmente grande y bastante restaurado puesto que en la II Guerra Mundial tiraron gran parte de el. Cuenta la leyenda que hay un tunel secreto que une este castillo con el de Sztum.
Ahora estamos en Sztum, por cierto, tiene dos lagos paralelos, Barlewickie y Sztumskie.
Intentamos darle con piedras a lo patos que hay. El coche-araña preside la colina. Tomek nos acompaña.
Unos minutos de misa polaca y Jadwiga nos abre las puertas de su casa con una mesa a rebosar de comida. Te, fruta -winogrona, es decir, uva-, como dulce tenemos sernik y un intento de emparejamiento. La abuela de Kasia es realmente amable, con su sonrisa perenne y cargada de buenas intenciones. And Tomek talking to me.

Tengo que aprender a hacer Kalafiorowa, que sopa tan esquisita. A mi madre le gustaria. Y mas te, y te con agua y agua con limon.
Ah! Caballos gordos. Los hemos visto! Tengo que confesar que los habia delgados tambien...pero voy a hacer uso de mi percepcion selectiva y me quedo con the fat one.


Continuara...

1 comentario:

  1. Jajaja ¡¡Que divertido tía!! ^^

    Tiene que ser espectacular aquello.
    Disfruta mucho y abrígate bien.

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